sábado, 29 de marzo de 2008




UN CUENTO DE NEGOCIOS
UN RELATO SOBRE ÉTICA, OPCIONES, ÉXITO (Y UN CONEJO MUY GRANDE)


En muchas ocasiones parece ser, que hacer el bien es un imán para atraer las dificultades y contratiempos dentro de nuestra vida profesional. Hacer el bien no es fácil, y menos si se involucran los números, financieramente hablando. El dinero y el poder son dos aspectos enloquecedores para las personas, ya que entorpecen las decisiones de éstas, pues como seres humanos somos susceptibles a equivocarnos, además de que esto es aún más grave cuando sabemos que estamos incurriendo en algo indebido.

En la historia “Un cuento de negocios. Un relato sobre ética, opciones, éxito (y un conejo muy grande)” de la autora Marianne M. Jenning se puede apreciar claramente que hacer el bien es cuestión de carácter y que no todas las personas tienen la fortaleza para realizarlo.

Este cuento de negocios, nos narra especialmente la vida de Edgar, un muchacho que va en busca del éxito en su carrera profesional al igual que todos sus compañeros y “amigos” de la escuela, con la diferencia de que él manifiesta una cualidad que no todas las personas tienen “la rectitud ante todo” característica que lo distinguió desde pequeño, aunque esto muchas veces fuera motivo de burlas por parte de los demás.

Edgar desde pequeño tuvo la suerte de ser acompañado por una criatura mitológica conocida pooka de nombre Ari (una especie de conejo gigante que solo era visible para él). Ésta criatura le enseñó a Edgar que el bien siempre triunfa, aunque esto signifique trabajar y esforzarse aún más. Ari les mostró a Edgar y a todos los lectores que el éxito es un maratón, no una carrera corta. El éxito se logra con el tiempo, con sacrificios, con la actitud, y no en un pestañeo de ojos.
Edgar tuvo muchas oportunidades de crecer rápidamente en su campo profesional, pero por alguna razón llamada moral, siempre se detenía en todas ellas, pues la cantaleta de “No sería honesto. No estaría bien.”Lo abordaban hasta torturarlo. Edgar estuvo inmerso muchas veces en situaciones de: “Actúa en equipo. Estás dentro o fuera del equipo, tu decides…” Aunque todas estas fueron incomodas para él, tuvo el carácter necesario para abandonarlas y seguir sus ideales, el principal: la honestidad. A veces pensaba irónicamente que hacer el bien no traía nada bueno, y como coloquialmente se dice “El que no tranza no avanza”, la pregunta es: ¿Por cuánto tiempo? ¿Vale la pena actuar así? ¿Los logros involucrados con deshonestidad se disfrutan? ¿Vale la pena vivir con cargo de conciencia? La mayoría de las personas están obsesionadas con el poder, el dinero, los lujos y creen que todo eso es lo primordial. Es tanto la obsesión y el deseo por las cosas materiales que se olvidan de hacer el bien. Se olvidan de la dignidad, de la integridad y de la inexplicable satisfacción por hacer las cosas correctamente.

10 INDICADORES PARA JUGAR CON LAS REGLAS
1. La honestidad es un asunto exigente.
2. Seguir las reglas del juego significa sufrir contrariedad de vez en cuando.
3. Hacer lo correcto a menudo implica más trabajo.
4. Ser ético a veces significa ir atrás en la carrera.
5. Espere siempre una pequeña burla por comportarse éticamente.
6. Ser ético significa que usted tiene que hablar claro.
7. Algunas veces la ruta ética permite que se presenten las oportunidades.
8. A fin de cuentas, quién es ético vence… y con tranquilidad de conciencia.
9. Las faltas éticas rondan a quienes corren rápido.
10. El éxito proviene de hacer lo que es honesto y correcto.

“Nunca diría que la ética es sencilla. No solo hay que saber que es lo correcto, sino también tener la fortaleza de hacerlo.
-Norman R. Agustine

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