¿CÓMO MOTIVAR A LOS EMPLEADOS?

A través de las palabras

“El hecho no es solo felicitar sino hacerlo bien.”

Es común encontrar jefes a los cuales les cuesta mucho felicitar a su equipo por un trabajo bien hecho. Algunos por una idea equivocada de su labor como jefes y otros porque ignoran cómo expresarlo con palabras adecuadas; sin embargo lo que ellos no saben es que están perdiendo una excelente herramienta de estimulación y de productividad debido a que los buenos desempeños de los trabajadores pueden llegar a desaparecer si estos no reciben ningún tipo de reconocimiento, aprecio o valoración por la labor que realizan.

Tal vez muchos de nosotros lleguemos a convertirnos en jefes y en este caso será necesario aprender a ser un jefe justo y motivador con nuestros empleados; para ello será necesario:

Cambiar de actitud. Hay que tratar de pensar positivamente, ser conscientes de que a todos nos gusta que nos reconozcan el esfuerzo y no que sólo nos critiquen lo que no hacemos bien. Hay que intentar ver más allá de los resultados, y valorar también las actitudes.
Acostumbrarnos a organizar el tiempo. Se trata de cuidar al máximo al cliente interno en busca de sus puntos positivos, sus emociones, qué sienten, sus momentos anímicos, etc. debido a que el estado de ánimo se correlaciona con el éxito.

El valor de lo inesperado. Las felicitaciones son buenas, pero deben estar justificadas y no convertirse en algo rutinario.

No esperar a los resultados para felicitar. Lo mejor es hacerlo en el camino hacia la consecución de objetivo: valorar el esfuerzo, la ampliación de la jornada, la sobrecarga de tareas, la actitud.
Reforzar el compromiso. Se debe valorar la acción de los trabajadores y fomentar al individuo a repetirla.

Compartir los logros. Eso significa no escatimar una palabra amable, un apoyo especial y un reconocimiento del esfuerzo realizado.