Con el propósito de dar un paso mas en la consolidación de las condiciones que han permitido abatir la inflación, contar con mayor estabilidad, y sobre todo evitar el futuro resurgimiento de la inflación, la administración de Carlos Salinas de Gortari opto por la independencia del banco central.
En mayo de 1993, el entonces presidente envió al Congreso de la Unión la iniciativa constitucional para otorgarle plena autonomía al Banco de México con el mandato exclusivo de procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional.
Es precisamente en ese punto en el que el objetivo primordial de Banxico se distingue del de la Reserva Federal de E.U. cuya prioridad no solo es la de procurar la estabilidad de los precios, sino también la de impulsar el crecimiento de la economía estadounidense.
La propuesta del primer mandatario iba en línea con la tendencia mundial de otorgar un mayor grado de independencia a los institutos monetarios, como hasta ese momento se había hecho de manera notable en países como Nueva Zelanda, Chile y Colombia.
Una semana después de la iniciativa fuera enviada al Poder Legislativo, el secretario de Hacienda y Crédito Publico, Pedro Aspe Armella, compareció para explicar el porqué de la propuesta para modificar los artículos 28, 73 y 123 de la Magna Carta.
Po9r una parte, se pretendía darle al organismo central la libertad para determinar el monto y manejo de su propio crédito, herramienta principal con la que cuenta un organismo monetario para alcanzar el objetivo de estabilidad de precios.
Además, se buscaba proveer un amplio grado de independencia a las personas que integren el órgano de gobierno de Banxico, por lo que su designación correspondería al presidente de la Republica, pero su aprobación correría por cuenta del Senado.
Como tercer objetivo, se querían fijar vencimientos escalonados para la gestión de los principales funcionarios con el propósito de evitar que un nuevo gobierno sustituya en un plazo breve a la totalidad o a la mayoría de los integrantes.
Para que Banxico pudiera ser autónomo en la toma de decisiones, también se considero necesario brindarle total independencia administrativa, impidiendo que fuera objeto de presiones políticas injustificadas.
En lo que fue una discusión de poco más de 15 días, luego de la comparecencia del titular de Hacienda, en junio, el Congreso aprobó unánimemente la iniciativa presidencial después de realizar una serie de modificaciones.
Sobre todo se dispuso expresamente que las personas encargadas de la conducción del banco central pudieran se sujetas de juicio político, con lo que el decreto promulgado apareció en el Diario Oficial de la Federación el 20 de agosto.
Dentro de la Ley Reglamentaria que finalmente le dio su autonomía a Banxico, también se incluyó que se promoviera el sano desarrollo del sistema financiero y que se propiciara el buen funcionamiento de los sistemas de pago.
Cada mes la Junta de Gobierno se reúne para analizar y emitir su decisión en torno a su política monetaria, principalmente en cuanto a la tasa de fondeo, una vez que a inicio de año dejara de utilizar el llamado “corto”.
Hasta ahora, el organismo monetario ha operado de manera independiente en los sexenios de Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa, con Guillermo Ortiz Martínez como primer y único gobernador bajo la modalidad de autonomía.
En mayo de 1993, el entonces presidente envió al Congreso de la Unión la iniciativa constitucional para otorgarle plena autonomía al Banco de México con el mandato exclusivo de procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional.
Es precisamente en ese punto en el que el objetivo primordial de Banxico se distingue del de la Reserva Federal de E.U. cuya prioridad no solo es la de procurar la estabilidad de los precios, sino también la de impulsar el crecimiento de la economía estadounidense.
La propuesta del primer mandatario iba en línea con la tendencia mundial de otorgar un mayor grado de independencia a los institutos monetarios, como hasta ese momento se había hecho de manera notable en países como Nueva Zelanda, Chile y Colombia.
Una semana después de la iniciativa fuera enviada al Poder Legislativo, el secretario de Hacienda y Crédito Publico, Pedro Aspe Armella, compareció para explicar el porqué de la propuesta para modificar los artículos 28, 73 y 123 de la Magna Carta.
Po9r una parte, se pretendía darle al organismo central la libertad para determinar el monto y manejo de su propio crédito, herramienta principal con la que cuenta un organismo monetario para alcanzar el objetivo de estabilidad de precios.
Además, se buscaba proveer un amplio grado de independencia a las personas que integren el órgano de gobierno de Banxico, por lo que su designación correspondería al presidente de la Republica, pero su aprobación correría por cuenta del Senado.
Como tercer objetivo, se querían fijar vencimientos escalonados para la gestión de los principales funcionarios con el propósito de evitar que un nuevo gobierno sustituya en un plazo breve a la totalidad o a la mayoría de los integrantes.
Para que Banxico pudiera ser autónomo en la toma de decisiones, también se considero necesario brindarle total independencia administrativa, impidiendo que fuera objeto de presiones políticas injustificadas.
En lo que fue una discusión de poco más de 15 días, luego de la comparecencia del titular de Hacienda, en junio, el Congreso aprobó unánimemente la iniciativa presidencial después de realizar una serie de modificaciones.
Sobre todo se dispuso expresamente que las personas encargadas de la conducción del banco central pudieran se sujetas de juicio político, con lo que el decreto promulgado apareció en el Diario Oficial de la Federación el 20 de agosto.
Dentro de la Ley Reglamentaria que finalmente le dio su autonomía a Banxico, también se incluyó que se promoviera el sano desarrollo del sistema financiero y que se propiciara el buen funcionamiento de los sistemas de pago.
Cada mes la Junta de Gobierno se reúne para analizar y emitir su decisión en torno a su política monetaria, principalmente en cuanto a la tasa de fondeo, una vez que a inicio de año dejara de utilizar el llamado “corto”.
Hasta ahora, el organismo monetario ha operado de manera independiente en los sexenios de Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa, con Guillermo Ortiz Martínez como primer y único gobernador bajo la modalidad de autonomía.
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